Hola Pet Lover,
Este domingo es el tan esperado 3er Día Nacional del Perro de Purina. Todos los años purina nos sorprende con su actividad única y este año no será la excepción. La actividad va a ser en el Jardín Botánico de Caguas y me cuentan que va a ser un montaje precioso, muy diferente a los años anteriores. La entrada al evento son $7 para las personas, los perros entran gratis y podrás disfrutar desde las 8am de esta actividad. Por supuesto allí estaremos con nuestro equipo de trabajo disfrutando de la actividad con ustedes, así que si vas a la actividad pasa por nuestro exhibidor para saludarte y conocer a tu mascota.
Esto y mucho más esta semana en www.petidpr.com.
Para más info visita www.petidpr.com
Saludos,
Mariel
Este domingo es el tan esperado 3er Día Nacional del Perro de Purina. Todos los años purina nos sorprende con su actividad única y este año no será la excepción. La actividad va a ser en el Jardín Botánico de Caguas y me cuentan que va a ser un montaje precioso, muy diferente a los años anteriores. La entrada al evento son $7 para las personas, los perros entran gratis y podrás disfrutar desde las 8am de esta actividad. Por supuesto allí estaremos con nuestro equipo de trabajo disfrutando de la actividad con ustedes, así que si vas a la actividad pasa por nuestro exhibidor para saludarte y conocer a tu mascota.
Esto y mucho más esta semana en www.petidpr.com.
Para más info visita www.petidpr.com
Saludos,
Mariel
La observación de aves ayuda al relajarse y a agudizar sus sentidos
Por Yaritza Rivas / [email protected]
su canto hace eco, pero no se deja ver tan fácilmente.
"Lo vamos a encontrar", asegura Omar Monzón, intérprete ambiental del Fideicomiso de Conservación.
El zorzal pardo lleva su cola erguida a la vez que se camufla entre las ramas de un robusto almendro.
Seguido Monzón apunta sus binoculares. "Ahí está", dice y se prolonga el silencio. Este patrón lo repite una mañana en el Viejo San Juan para avistar reinitas y palomas comunes, changos, zumbadores, tortolas, un perico monje, un gorrión inglés, dos pelícanos pardos, un charrán real y un ruiseñor.
"Estuvo bien", comenta, como quien sabe que aún pudo haber visto más especies.
La ciudad amurallada es uno de los lugares en la Isla donde se pueden hacer recorridos para observar aves a través del Programa Pajareando con Sentido del Fideicomiso de Conservación.
Pero Puerto Rico tiene un amplio ofrecimiento de sitios para explorar este pasatiempo.
Para comenzar a observar aves, hace falta un equipo básico compuesto por binoculares, una guía de aves, una libreta para registrar los pájaros vistos y ropa y calzado cómodos.
Temprano en la mañana, entre 8:00 y 10:00 a.m., son horas ideales para las observaciones, cuando las especies están en plena actividad diaria. Una vez en el lugar, se debe caminar despacio y en silencio para apreciar las especies posadas en los árboles.
Avistar aves ayuda a socializar y agudizar los sentidos, comenta Monzón.
"Uno contempla la naturaleza y se olvida del estrés de la vida cotidiana", dice el intérprete.
Pero relajarse es sólo uno de los múltiples beneficios que conlleva esta actividad recreativa, en la que además de promover el ejercicio, puede ayudarle a ponerse en contacto con la naturaleza.
Asimismo, este pasatiempo permite crear lazos para conocer nuevas amistades con quienes compartir y tener temas de interés común de qué hablar, dice Monzón quien practica esta afición hace 10 años.
Los alados también ayudan al mejoramiento personal, opina el observador, pues obliga a aguzar los sentidos y a "trabajar el cerebro" cada vez que se tiene que identificar un pájaro de acuerdo con las características de la especie.
Por ejemplo, Monzón avista la tortola aliblanca, que se distingue por un detalle blanco en el contorno de sus alas y una sombra azulosa alrededor de los ojos. Minutos después ve una tortola cardosantera que camina en el suelo en busca de semillas, de lo que se alimenta. A diferencia de la primera, en este ejemplar predominan los tonos marrón claro.
Esta búsqueda de detalles es el reto, comenta el guía, quien asegura que la observación de aves conduce a admirarlas por sus singularidades, de forma que al final querrá ayudar a conservarlas.
su canto hace eco, pero no se deja ver tan fácilmente.
"Lo vamos a encontrar", asegura Omar Monzón, intérprete ambiental del Fideicomiso de Conservación.
El zorzal pardo lleva su cola erguida a la vez que se camufla entre las ramas de un robusto almendro.
Seguido Monzón apunta sus binoculares. "Ahí está", dice y se prolonga el silencio. Este patrón lo repite una mañana en el Viejo San Juan para avistar reinitas y palomas comunes, changos, zumbadores, tortolas, un perico monje, un gorrión inglés, dos pelícanos pardos, un charrán real y un ruiseñor.
"Estuvo bien", comenta, como quien sabe que aún pudo haber visto más especies.
La ciudad amurallada es uno de los lugares en la Isla donde se pueden hacer recorridos para observar aves a través del Programa Pajareando con Sentido del Fideicomiso de Conservación.
Pero Puerto Rico tiene un amplio ofrecimiento de sitios para explorar este pasatiempo.
Para comenzar a observar aves, hace falta un equipo básico compuesto por binoculares, una guía de aves, una libreta para registrar los pájaros vistos y ropa y calzado cómodos.
Temprano en la mañana, entre 8:00 y 10:00 a.m., son horas ideales para las observaciones, cuando las especies están en plena actividad diaria. Una vez en el lugar, se debe caminar despacio y en silencio para apreciar las especies posadas en los árboles.
Avistar aves ayuda a socializar y agudizar los sentidos, comenta Monzón.
"Uno contempla la naturaleza y se olvida del estrés de la vida cotidiana", dice el intérprete.
Pero relajarse es sólo uno de los múltiples beneficios que conlleva esta actividad recreativa, en la que además de promover el ejercicio, puede ayudarle a ponerse en contacto con la naturaleza.
Asimismo, este pasatiempo permite crear lazos para conocer nuevas amistades con quienes compartir y tener temas de interés común de qué hablar, dice Monzón quien practica esta afición hace 10 años.
Los alados también ayudan al mejoramiento personal, opina el observador, pues obliga a aguzar los sentidos y a "trabajar el cerebro" cada vez que se tiene que identificar un pájaro de acuerdo con las características de la especie.
Por ejemplo, Monzón avista la tortola aliblanca, que se distingue por un detalle blanco en el contorno de sus alas y una sombra azulosa alrededor de los ojos. Minutos después ve una tortola cardosantera que camina en el suelo en busca de semillas, de lo que se alimenta. A diferencia de la primera, en este ejemplar predominan los tonos marrón claro.
Esta búsqueda de detalles es el reto, comenta el guía, quien asegura que la observación de aves conduce a admirarlas por sus singularidades, de forma que al final querrá ayudar a conservarlas.
Baby Robins in White House
A nest of baby robins begins to hatch in a nest in a bush by the White House Press Room at the White House in Washington, DC, Thursday, April 23, 2009.
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